Aún a riesgo de ser un aguafiestas, os diré que pienso mucho en un posible bearmarket. Intento que la sensación de que un paso en falso se arregla holdeando y de que todo sube eternamente no me invada.
Todos los mercados son cíclicos y una subida eterna es técnicamente imposible, por muy sostenida que sea. En septiembre de 2018, tras un bullrun bueno, la mayoría de las altoins cayeron de un 80% a un 99%
Veo a Bitcoin llegando a los $100,000 sin problemas, incluso superándolos; a todos nos gustan las cifras redondas y creo que la sociedad crypto no va a parar hasta ver $BTC en esa cifra. Además, como comentaré en otra publicación, Coinbase va a acercar a Wall Street y, por ende, a mucho capital al mundo crypto.
¿Y luego qué? Está claro que 2018 no es extrapolable ni comparable a 2022 y que la adopción de las cryptos y el desarrollo tecnológico que algunos proyectos traen consigo es muchísimo mayor que en 2017/18.
Aun así, el pensamiento de un bear market me invade. Tengo claro que un día mi portfolio bajará un 50%-70% y no podré hacer nada para evitarlo. Por eso me aseguro de atenerme a una serie de normas y sacar los pies lo justo del tiesto. Ahí van mis normas:
En el momento en el que una de mis bolsas se dispare o haga dinero para cambiar drásticamente mi vida, esa bolsa será vendida y el dinero usado para mejorar mi vida. Como escribí en mi mensaje pinneado, hace poco saqué profits y pagué parte de mi hipoteca y compré un coche para no temer cada mañana no poder llegar al trabajo en mi viejo cacharo.
Si os dijera que no he mirado el precio de las bolsas que vendí casi a diario, os mentiría. He tenido que aprender que en esto del crypto, el pasado hay que dejarlo atrás irremediablemente para tener salud mental.
Los que me seguís tiempo sabréis el ejemplo que puse del microondas, y es que no puedo justificar gastar (o perder) $50 en gas fees mientras en la “vida real” estoy alargando la vida de mi microondas oxidado durante meses, arriesgando mi salud. Saqué £70 de profits y compré uno nuevo, ahora cada vez que lo uso sé que el mundo crypto ha mejorado mi vida.
Lo voy a decir otra vez, tal vez más claro, si ganáis dinero que os pueda cambiar la vida, sacad el dinero y ejecutad los cambios! Si el bullrun se acabase hoy, yo ya tendría muchas mejoras en el bolsillo y podría decir “fue bonito mientras duró” mientras observo mi portfolio languidecer.
Otra norma que sigo a rajatabla es no entrar en más proyectos DEFI y otros que ofrecen APR escandalosos. No digo que no entréis vosotros, sí digo que el día que vengan los osos, MegaTuttiFruttiDefi.finance (ejemplo inventado, no sé si existe) perderá el 99% de su valor o no tendrá capitalización para honrar sus promesas. Su CEO se irá al caribe con el dinero que haya ganado y yo me quedaré en casa comiéndome los tokens.
Esta semana, concretamente, he visto a mucho insensato saltando a proyectos tras la llamada de un influencer. Uno de los proyectos shilleados es un scam, el CEO está ausente, el canal de telegram está lleno de bots y con un mensaje repitiéndose en plan tortura y el chart del proyecto en el momento de la llamada era horrible. Esto me lleva a mi regla más importante:
La norma que creo que salvará parte de mi portfolio es el análisis fundamental. No hago HOLD a nada que no solucione un problema real. Cuando el 90% de las alts retroceda un 99%, ésos serán los proyectos que “solo” retrocedan un 50% o 70%
Más fácil dicho que hecho! Yo soy el primero que se sale del camino los sábados por la noche para hacer un x2 furtivo en una shitcoin, sacarlo todo y no mirar atrás… Pero, dicho esto, os recomiendo que tradeéis con una libreta (aparte de excels y herramientas varias), que tengáis unas normas y una hoja de ruta y que la respetéis. Nada es seguro en el mundo de las cryptos.
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