La adicción al juego y las criptomonedas desafortunadamente comparten muchas características. A causa de mi línea de trabajo tengo más formación de la que me gustaría en estos conceptos.
¿Qué es la ludopatía?
La ludopatía es una adicción al juego en la que, a diferencia de muchas adicciones, no hay ninguna sustancia involucrada, sino que la adicción es al acto de jugar en sí mismo y a las recompensas que registran ciertos centros nerviosos del cerebro. Tenemos de entender la ludopatía como un proceso de adicción, repito, uno en el que la adicción es al acto adictivo en sí, por eso no es fácil de identificar en un principio como lo sería la adicción a una sustancia.
¿Se puede desarrollar ludopatía con las criptomonedas?
La respuesta es sí. La ludopatía afecta al individuo como cualquier otra adicción y se puede dar en diferentes campos como apuestas deportivas, casinos o criptomonedas: en el campo de las cryptos, como en cualquier otro campo, una entrada en cryptos produce dopamina, la cual activa los centros de recompensa del cerebro. Todos tenemos golpes de dopamina al hacer deporte, ver una película, un partido de nuestro deporte favorito o echar un buen polvo… Lo jodido es que la adicción reescribe las sinapsis y las vías cerebrales que gestionan la dopamina aumentando la necesidad de más dopamina y generando una patología
Indicadores más comunes
- Tienes la necesidad de meterle dinero constantemente y experimentas excitación con tus entradas.
- Cada vez inviertes más y más dinero
- Has intentado controlarte o reducir tus inversiones en crypto sin éxito
- Pasas todo el día pensando en crypto
- Inviertes para recuperar lo perdido
- Entras en las criptomonedas en secreto necesitas mentir para esconder tu grado de implicación
- Pones en alto riesgo tus ahorros
- Necesitas apoyo financiero de personas para invertir
- Sientes Inquietud por invertir, intranquilidad anímica, falta de concentración en el trabajo, la familia, amigos, salud, etc.
¿Por qué y como se desarrolla la ludopatía a las criptomonedas?
Como en muchos otros procesos mentales, no está claro exactamente por qué algunas personas pueden apostar, jugar o invertir sin desarrollar una adicción mientras que otras sí la desarrollan. ¿Genética, predisposición, causas ambientales, nivel sociocultural? Ignoro la razón, pero el 15% de la población corre el riesgo de desarrollar ludopatía si se les expone al mundo de las inversiones. El 15%! Imaginad que este post lo leen 100 personas, estadísticamente 15 podrían desarrollar ludopatía en el mundo crypto…
Ese 15% lo podemos dividir en jugadores problemáticos (eventuales que se ven devorados por las apuestas, juegos o inversiones) y jugadores patológicos (los que desarrollan una patología). Los que desarrollan una patología pueden mostrar diferentes patrones como por ejemplo el de la ubicuidad o compulsividad: de repente se ven metidos en una apuesta o inversión sin saber cómo ha pasado; o la volatilidad: las cantidades invertidas escalan desmesuradamente. Si a estos dos factores le sumamos la inmediatez / disponibilidad de las cryptos, que son fácilmente comprables en cualquier teléfono inteligente, se podría decir que una vez desarrollada la patología es difícil no tener tentaciones a mano.
Diferencias con la adicción al juego
Los adictos a las cryptos no se diferencian mucho a los adictos al juego, ya que a menudo se autoengañan buscando un beneficio, la dopamina, intentando recuperar lo perdido o invirtiendo esperando dar con su “golpe de suerte”.
Desgraciadamente el mundo de las criptomonedas comparte muchísimas características con el mundo del juego con la desventaja de que más de uno puede intentar refugiarse en métodos de trading para autoconvencerse de que no están arriesgando sus ahorros o dilapidando su portfolio.
Al cóctel hay que añadirle dos cosas de las que yo mismo pequé en su día (y que me atrajeron al mundo crypto): es un hecho por todos bien sabido que este es un tren que va a hacer a muchos muy ricos, y cualquiera con cierta visión capitalista querría ser parte de ello; además, a ello hay que añadirle que la criptoeconomía es algo inherentemente emocionante, en constante evolución y que te “engancha”
Conclusión
Lo más difícil de la adicción a las criptomonedas es darse cuenta cuándo las cryptos son un medio de inversión genuino y cuándo una forma de disfrazar una adicción. Si tienes muchos de los indicadores de los nombrados arriba, tal vez sea el momento de hablar con alguien de confianza. En etapas iniciales es mucho más fácil de tratar y solucionar.
¿Y si eres de lo más normal y crees que ésto no te aplica?
Es más fácil precaver y evitar entrar que salir: autocrítica, mesura y mucha formación son necesarias para tener una vida larga y próspera en el mundo de las inversiones. Tenemos que aprender a llevar mucho cuidado con las emociones, las entradas en “caliente” y la típica entrada para “recuperar lo perdido”; así como aprender a leer nuestro cuerpo y nuestra mente. Es el claro ejemplo de vivir para trabajar o trabajar para vivir, sí también aplica a las criptomonedas: se puede disfrutar del viaje en este apasionante mundo sin entrar en patologías ni obsesiones y desbloqueando tiempo para disfrutar también de otros aspectos de nuestra vida.